Si bien ya pasaron algunos meses, la energía de la CBB 2024 todavía está latente como el Cosmos, y tenía un borrador empezado relatando un poco lo que fue esta experiencia de producir Sundari en formato Fanzine.
Imprimir, Doblar, Engrampar, Refilar. Repetir!
Esta es la primera vez que hago un fanzine. Cuando empecé a dibujar historietas, no tenía idea de lo que era un fanzine, nunca había visto uno, mis historietas las subía a internet, que es lo que conocía y entendía. Me acostumbré tanto al formato web, que cuando descubrí que existían los fanzines, sentía que no tenía sentido imprimirlos o darles forma física. Así que eso me pasó por el costado hasta conocer eventos como el EPAH o la misma Crack Bang Boom en Rosario, donde aparte de los libros editados, la cultura del fanzine seguía viva, con ediciones cada vez más hermosas.
Mis amigos y mi novia producen fanzines, y siempre me encantó verlos imprimir, cortar, desvelarse para llegar a una feria, y ahora que imprimí uno, entiendo el por qué de tanto deseo de editar fanzines.
Mi novia Dana Mucci, ilustradora y fanzinera, me ayudó en la edición, en la búsqueda de papel, en la impresión y en la materialización de este fanzine. Esto también existe gracias al espacio para publicar que me brindó Webcomic Mutante cuando me convocó a sus filas (los tres capítulos de Sundari que existen en formato fanzine, también pueden leerlos gratis en su sitio).
Hacer ilustraciones o historietas es un trabajo que requiere mucho tiempo sentado pensando o produciendo ideas que por más que lo ame, a veces se vuelve un proceso mecánico y repetitivo, pero siempre al final hay alguna recompensa: terminar una imagen, una idea, un guion.
Producir el fanzine de Sundari fue una tarea que disfruté mucho; el proceso de maquetar, imprimir, doblar, abrochar, refilar se siente satisfactorio porque al final del recorrido de esa línea de producción que uno encara, queda terminado un objeto físico que hace valer todas las horas invertidas en hacer historietas. La alquimia se materializó cuando lo vi en papel y lo pude tocar.
Me hubiese gustado documentar mejor el proceso, pero dentro de la vorágine contrarreloj de imprimir y preparar todo para la CBB, se vuelve complicado.
El paso del proceso que más disfruté es el doblado de las hojas, es una tarea que uno hace casi automática y entra en un estado meditativo, se convierte en un monje del ASMR de papel.
La Carpa de los Fanzines
También fue mi primera vez feriando en la Carpa de los Fanzines de la Crack Bang Boom, subestimé totalmente el cansancio físico y mental que conlleva estar sentado o parado tantas horas e interactuar con tantas personas diferentes en un periodo de tiempo tan corto, para alguien introvertido como yo no es fácil pero la energía que se respira ahí adentro es tan positiva, y estar acompañado lo transforma en una experiencia superadora, es una tarea para hacer entre dos. Gracias a todas las personas que pasaron a saludar y a charlar un rato sobre viñetas, muchas que sólo conocía en la virtualidad hasta ese momento, gracias también a todos los que se llevaron Sundari o algún print, para mí fue hermoso el recibimiento que tuvo este fanzine, y fue un placer haber sido una pieza más de toda la infinita energía creativa que se sintió en ese lugar.
Que exista un espacio donde feriar por cuatro días con gente de todo el país lo convierte en una suerte de peregrinación de la cultura impresa, cada uno viniendo de diferentes puntos geográficos del territorio, de su propia comarca. Es un evento donde uno es muy feliz.
Creo que como persona que compra historietas, al entrar en la carpa me gusta ver más historietas y fanzines que stickers y prints, pero dentro de la micro-economía que funciona ahí, me explicaron que los stickers son la moneda de cambio, es el bien más barato que puede vender un feriante, por lo tanto el más accesible para el público. Ese ingreso de dinero es el motor que permite producir los fanzines que el feriante quiere crear, por más que no representen el mayor porcentaje de ventas al final del día. Los stickers permiten al feriante amortiguar los gastos de viaje, de alojamiento y de la comida durante los cuatro días que dura el evento, el sticker se vende rápido y el fanzine se vende lento.
Uno de los mejores stickers del mundo, de Estampita:
Al final de un evento así uno termina agotado pero feliz, con la fiel certeza de que no todo está mal, y que el arte existe también como lugar de resistencia. Así se siente uno cuando aplauden al final del cuarto día dentro de la carpa:
Bonus Track Rosarino:
Estas cerámicas hermosas de Noelle Lieber forman parte de la decoración de la heladería BOCHA en Rosario.


Durante una de las noches en Rosario, Valentín de las Casas realizó, además de feriar durante el evento, una muestra hermosa de sus dibujos y pinturas:




Este año no compré tantas cosas durante el evento, la situación económica no favorece a la adquisición de libros o fanzines si además le sumamos los costos del viaje, la estadía y los gastos diarios en otra ciudad, pero igual un pequeño botín me pude traer de vuelta, me quedaron por lo menos veinte libros más pendientes para la próxima. Que linda la historieta y la cultura gráfica impresa en todas sus formas, hay que protegerla, difundirla, expandirla, hay que leer, escribir, dibujar, imprimir, compartir.
No hay ninguna foto decente de nuestro stand con nosotros atendiéndolo, pero esta creo que representa bien la sensación de ese momento. Ya tengo ganas de ir a la del 2025 con más Sundari y más ilustraciones para hacer prints y seguro algún sticker.
Me voy a dibujar (:
Muy cierto todo lo que decís. Ir a la Crack es cansador, pero al mismo tiempo es casi el único momento del año donde conocemos y nos (re)encontramos con otros artistas/ilustradores/historietistas (por lo menos yo que vivo en una ciudad chica) y al final sirve para recargar las pilas creativas y darte cuenta de que lo que estuviste haciendo todo el año SÍ le llegó a alguien, aunque desde la oscuridad de tu cueva pareciera que no :_-)
Muy linda la experiencia!! Y no importa si no filmaste o sacaste fotos, te imaginé plegando, cortando y todo lo demás jajaa Qué bueno que te fue bien con eso.